Un paseo por las plazas
Plaza Gruta de las Maravillas

Destaca los bancos decorados con azulejos que representan distintas imágenes de la Gruta de las Maravillas. Son doce murales, dos en cada banco, en la zona del respaldo, obra del artesano local Román Ginés.
Asimismo, de gran belleza es también el conjunto escultórico de las "Aguadoras", obra del artista aracenés Pepe Antonio Márquez, y que viene a representar la cultura del agua en nuestra localidad.
Todo ello con amplias zonas florales, que dotan a la plaza de gran belleza y vistosidad.
San Pedro
La plaza de San Pedro se encuentra poblada de palmeras, naranjos y esculturas, la mayoría de ellas de autores de reconocido prestigio que conforman, junto con otras que se hallan repartidas por el entorno, el Museo de Arte Contemporanéo al Aire Libre “Andalucía”. Este lugar fue el asentamiento de la potente colonia judía y morisca que, durante la edad media estuvo asentada en Aracena. Su ocupación era la curtiduría de pieles y para ello utilizaban el manantial que hoy se encuentra urbanizado en los lavaderos públicos de la Fuente del Concejo, que en su origen era una fuente de tipología árabe. Toda la plaza es reformada en 1986 y en ella y sus alrededores se instala la primera fase del Museo de Escultura al Aire Libre. Tiene un pequeño estanque que se comunica con una fuente surtidor por medio de una lieva. En un nivel superior, coronada por su espadaña, se yergue la Ermita de San Pedro, construida en el siglo XV. Su función en aquel tiempo fue la de cristianizar a los moriscos que habitaban en el barrio. Fue sede de la Hermandad de San Pedro y Pan de Pobres. Se encuentra en buen estado. De su obra mudéjar solo perviven el ábside y una pequeña sacristía poligonal.
Justo enfrente de esta plaza, en un plano inferior se encuentran los Lavaderos de la Fuente del Concejo, construidos en 1923, obra civil de Aníbal González.
Plaza Alta

Aparecen aquí dos edificios emblemáticos de Aracena: El Cabildo y la Iglesia Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción.
Justo frente al Cabildo en un nivel inferior y separado por un muro de piedras y ladridillo rojo con una fuente de mármol empotrada en el centro, se encuentra la Parroquia de Aracena, que constituye uno de los ejemplos más notables de la arquitectura renacentista de la provincia.
Se trata de un templo de salón de tres naves subdivididas transversalmente en cinco tramos, de los que sólo se terminaron dos, y un ábside del testero pentagonal al que se adosan varias dependencias.
La techumbre es de hermosas bóvedas vaídas sobre esbeltos pilares con semicolumnas en sus frentes. La bóveda central posee un medallón redondo que representa a la Asunción. En el segundo cuerpo de la nave central, se levanta la cúpula de media naranja con monograma de Jesús, descansa sobre pechina en las que aparece la inscripción de AVE-MA-RIA-1603.
La historia de su construcción es larga y compleja. Las obras se iniciaron en 1478 bajo la dirección del arquitecto Diego de Riaño. Durante el siglo XVI parece ser que revisó el proyecto Juan de Herrera, autor del Monasterio de S. Lorenzo del Escorial, y posteriormente intervino Hernán Ruiz II. Se abre el culto en 1603, aunque ya en 1570 se había celebrado la primera Misa.
Aunque se han producido numerosas iniciativas desde el siglo XVII para concluir el edificio, ninguna de ellas logran la consecución de este objetivo hasta que en el 2008 se concluye definitivamente.
El retablo y los diferentes altares de los años 50. De las imágenes que hay en su interior, todas son posteriores a la Guerra Civil, destacan obras de Sebastián Santos, Castillo Lastrucci, Antonio Illanes, ...
No se debe abandonar esta bella plaza Alta sin observar los edificios colindantes, algunos de los siglos XVI y XVII.
Plaza de Santo Domingo
Plaza de Santa Catalina
El edificio del Ayuntamiento, obra de estilo regionalista andaluz de principios del siglo XX. Financiada por los hermanos Francisco Javier y Miguel Sánchez-Dalp Calonge, según proyecto del arquitecto sevillano Aníbal González Álvarez-Ossorio. Es un edifico de planta triangular con fábrica de piedra y ladrillo; tiene tres piso principales, sótano y ático, y en el que destaca la ausencia de un tratamiento diferenciado de las esquinas, el mirador adintelado que asoma a la plaza y paños de sebka en lugar de ventanales, una característica del estilo neomudejar del arquitecto sevillano. Su uso fue el de Ayuntamiento, Comandancia de la Guardia Civil e Instituto laboral Agropecuario. Como Ayuntamiento permanece hasta Noviembre de 1985. En 1989 se inician obras de rehabilitación por parte de la Junta de Andalucía, que una vez finalizadas, en el año 2001, el Ayuntamiento de Aracena es ubicado, de nuevo, en este emblemático edificio de Aracena.
La Iglesia de Santa Catalina, de estilo Gótico-Mudéjar. Se inicia su construcción en el s. XIV. Desde 1536 pertenece al Monasterio de Madres Carmelitas. Su disposición es de arcos transversales formando tres naves, con cabecera plana cubierta con bóveda de crucerías. Las naves se distribuyen por medio de pilares prismáticos de base rectangular y de sección poligonal, que apean arcos apuntados. Su cubierta de alfarje es moderna. Lo más interesante es su portada principal, de hacia el año 1.500. Está construida en ladrillo rojo, contrastando con el fondo blanco del lienzo de fachada, y consta de un arco apuntado y abocinado, con baquetón cilíndrico en la arista de las tres arquivoltas. Parece ser que fue una antigua sinagoga.
Plaza Marqués de Aracena
De los numerosos edificios de estilo modernista y regionalista que existen en su entorno, hay uno, el Casino “Arias Montano” que destaca sobre todos los demás. Es obra de Aníbal González, realizada en 1910, de estilo regionalista andaluz. Inspirado en el modernismo austriaco y con abundantes elementos clasicistas. Sobresale la concepción geométrica, sobre todo rectilínea, de sus fachadas, la composición simétrica con el eje central en la esquina y la sensación envolvente que esta produce, el diseño de guirnaldas que moldea el hierro de barandas.
Cerca del Casino de Arias Montano, se encuentra la Iglesia del Carmen, mudéjar con espadaña neoclásica. Presenta planta basilical con tres naves y arcos apuntados. Fue sede de un Convento de Frailes de la Orden Carmelita.
Plaza de Santa Lucía
Justo al lado, se yergue la Ermita de Santa Lucia, que le da nombre al barrio; de estilo mudéjar de arcos trasversales del siglo XV, en la que destacan los contrafuertes angulares de sección cilíndrica de su cabecera. Recientemente ha sido restaurada.